Tras la pista de parásitos sanguíneos en ganado bovino

Desde el año 2005 funciona la Red de Identificación y Diagnóstico Molecular de Hemoparásitos coordinada por el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), cuya página web recoge toda la información necesaria sobre esta iniciativa.
Por Vanessa Ortiz Piñango
vortiz@ivic.ve

Son egoístas, porque viven a expensas de otro, y son peligrosos, porque en su afán por sobrevivir pueden ser perjudiciales para el huésped del cual se nutren. Todos los parásitos son así, oportunistas y nocivos.

Cuando se trata de parásitos sanguíneos (hemoparásitos), la vitalidad del hospedero disminuye. Anemia, pérdida de peso, baja producción de leche, aborto y esterilidad en los machos son síntomas que evidencian la presencia de hemoparásitos en el ganado bovino (vacas, toros, búfalos, cabras y ovejas) e incluso en la producción equina (caballos), empleada para arrear las reses en el campo. De allí que la infección de los animales por parte de estos patógenos de la sangre comprometa seriamente la seguridad agroalimentaria de nuestro país.

Consolidar la seguridad alimentaria venezolana forma parte de los objetivos estratégicos del Proyecto Nacional Simón Bolívar - Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación (2007-2013). Una de las medidas tomadas para contribuir con este plan fue el lanzamiento, en julio de 2004, del proyecto Fortalecimiento del sector biotecnológico como apoyo a la seguridad alimentaria del país, fruto del convenio BID-FONACIT II.

Entre los sub-proyectos aprobados figura la Red de Identificación y Diagnóstico Molecular de Hemoparásitos, la cual arrancó en enero de 2005 y está integrada por un grupo de instituciones académicas y de investigación, entre las cuales está el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) como ente coordinador.

Según la doctora Trina Perrone, investigadora del Centro de Biofísica y Bioquímica del IVIC, aproximadamente 40% de la ganadería venezolana está afectada al menos por uno de los siguientes agentes: Trypanosoma (vivax o evansi), Anaplasma marginale (bacteria considerada originalmente hemoparásito pero que realmente es un agente infeccioso de la sangre del ganado) y Babesia (bovis o bigemina). Éstos provocan pérdidas económicas a los productores agropecuarios y aumento de precios de la carne, leche y derivados para el consumidor, lo que a su vez se traduce en riesgos para la seguridad alimentaria nacional.

Mecanismos de transmisión
En la red se estudia la biología de dichos patógenos y se determina la prevalencia y epidemiología de la enfermedad. Para ello, se establecen contactos con los productores agropecuarios, se llevan a cabo salidas de campo a fincas, y se extraen muestras de sangre de un grupo representativo del rebaño bovino a partir de las cuales se obtiene suero y ADN. Posteriormente, se realiza diagnóstico por medio de diferentes técnicas biotecnológicas rápidas (visualización de parásitos al microscopio), sensibles, específicas y eficientes (pruebas basadas en PCR y ensayo de inmunoenzimático ELISA). Finalmente, se prepara un informe que se le hace llegar al productor, mientras un veterinario le proporciona el tratamiento del animal en caso de que presente altas dosis de parásitos o manifestaciones clínicas.

La red abarcó cinco componentes: 1) fortalecimiento a centros, 2) fortalecimiento de capital humano, 3) transferencia tecnológica, 4) investigación y desarrollo y 5) fortalecimiento a redes. Éste último permitió la interconexión de todas las instituciones y la divulgación de su trabajo en la página web www.reddehemoparasitos.org.ve, operativa desde el año 2006.

Artículo completo en www.ivic.ve/bitacora

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